sábado, 30 de marzo de 2019

Fantasmas livianos

Las muestras del dolor tiemblan,
como la superficie del agua
cuando se interrumpe la quietud.

las grietas del pecho filtran
las lágrimas desecas,
desvelan las punzadas
de las cicatrices olvidadas,
que renuevan su peso
en heridas recientes.

Un fantasma endeble emerge,
proclamado como mártir
de sus propios huesos.

un fantasma endeble,
entregado llano y humilde
a la relectura de su historia.
Historia,
que una y otra vez
se contrae
impaciente,
esperando reversionarse
en cada segundo.
Como un cuello sin aire,
un corazón sin apoyo,
una soledad sin nombre.

Los fantasmas obnubilan,
agarran las zonas áridas,
diluyen tu pecho en el suelo,
hermetizan las burbujas,
engrosan el aliento,
enuncian una proposición
que nunca se resuelve.

Los fantasmas rescatan preguntas
sobre axiomas olvidados,
renuevan los húmedos cuencos,
permiten el llanto discurrir
libre de hilos y tiempo.

Los fantasmas pesan
porque se mueven livianos
sobre horizontes
que ya se conocieron.

30-03-19