viernes, 30 de noviembre de 2018

Consentir el nunca

Como una estrella desprendida del cielo,
atraviesas (esfumándote)
las siervas y condenadas ilusiones
que se mecen sobre algas flotantes
(vociferando con sus manos grises)
que intentan agarrar su propia vista.

Te esfumas porque no estás.
Porque no te fuiste. Ni tampoco llegaste,
a los muros desesperados
de la verdad siempre inconfiable,
de la seguridad plastificada.

Porque estar nunca es llegar,
porque llegar nunca es poder tener,
porque conectar nunca es ceder a la suspensión
del ligero sopor
de nunca estar seguro.

- los monstruos pueden ser pequeños-

28-11-18

Un delicado canto

Un delicado canto
que busca esconderse,
recuperar el entusiasmo,
rebelarse sobre las brasas frías,
descondenarse,
dar timbre al lenguaje mudo,
desplegar con firmeza
unas ramas infinitas
para que se enreden indiscriminadamente.

La explosión es inhibida
bajo la sombría voz del deber.

El canto se recoge,
(eclipsado en una mirada y su horizonte).
La cadencia de un paso se concilia
con el escenario lateral y siempre presente
de lo soñado.

24-11-18

Por eso, la serpiente

La serpiente se balancea al son de la suave espesura y los reglamentos.
Su mirada amable le permite pasear el benigno veneno
con su cándida sonrisa.
Serpentea las calles, recibe saludos desde todas las postales
y se erige como la proveedora del bien.
La serpiente se balancea acercando sus contornos a los secretos compartidos,
al cómplice silencio del placer sin fondo.
Los premios que no están a la altura de las achicadas miradas
que esperan una sorpresa inexistente desde las esquinas.
La serpiente se balancea, es inofensiva.
Su transverso solo puede ser visto por el cómplice.
Por eso es presumida y discreta a la vez.
Por eso todo el mundo la venera.
por eso su veneno solo puede inyectarse al que ya lo tiene.

24-11-18

sábado, 3 de noviembre de 2018

No confío en la sensación

Mi narrativa
me ha llevado a un final
anticipado y firmemente concluso.

Los hechos retirados.
Las repeticiones que avecinan el final.

La intuición eregida
como un gran profeta
de crónicas de muerte anunciadas.

Olor conocido.

La refutación es mi castigo
de misivas perdidas,
de cuestionas agrias que
alteran el conducir del sueño.

no comparto tu lectura,
no confío en la sensación.
la sensación se puede entregar
a cualquiera,
te puede condenar a cualquiera.

la sensación es la motivación
de los escapista,
de los que no evalúan el terreno
con su mirada comedida, justa, empática...

Tu sensación me evoca a cerrar el relato
bajo el dictamen de tu capricho,
bajo mi propia mirada perdida y prestidigitada,
sin unas manos posadas
en la evaluación.

23-10-2018