Presente sin intensidad,
sin efervescencia.
Quietud casi aburrida
pero plantada en la sensación
de no tener que, ni deber.
Un pilar sin contenido
para salir fuera
y jugar ante la sorpresa.
2-11-23
(Durante meditación)
Presente sin intensidad,
sin efervescencia.
Quietud casi aburrida
pero plantada en la sensación
de no tener que, ni deber.
Un pilar sin contenido
para salir fuera
y jugar ante la sorpresa.
2-11-23
(Durante meditación)
El pecho de amaranto
despliega serenas respiraciones.
El mundo es agrio y tosco
-y nos separa una extensa
vidriera verde-.
La rendición no es posible
porque todo tiene sentido
aunque
se pierda.
Me uno y me compacto
en ese círculo irradiante
del pecho.
25-10-23
(Ejercicio de meditación. Yo tengo, yo soy, yo puedo)
Un abanico de centelleos,
la chispa de unas brasas incaducas.
El corazón se hunde mánsamente
en la resolución de su fondo marino.
Se calman las resistencias
como un globo de agua
que explota a cámara lenta.
En la piel del rostro
se sumergen los anhelos consumados.
Ese yacimiento se entrega,
diluye la acidez en dulzura,
encuentra su belleza
en el estilo de ser y estar.
19-10-23
Siempre estoy en un puto debate epistemológico, como cuando no sabía se irme a Murcia o estar en Sevilla. Es como que el hilo de Ariadna me dice que me adentre, que indague en los entresijos del ser, que me meta en introspecciones, en redes genealógicas etc., pero cada vez estoy convencido de que no es el camino pero hay gente que cree que si, pero veo que proporcionalmente a eso construyen un dique de epistemología rígida, de estructura excesivamente compacta (psicoanalistas, transgeneracionales, etc.) Se equivocan, el conocer debe ser relativo y debe partir de la base de que todo es una construcción (y no soy postmoderno, que conste!) No puede ser que un ser humano diga a otro ser humano lo que cree saber con la prerrogativa y arrogancia de haber resuelto los misterios del universo y del inconsciente. Abrazo mi apertura y pragmatismo, abrazo mis dudas porque este fue el cimiento de todos mis cambios útiles desde que me lo asigne como filosofía con 13 años (dudar, cuestionarme, responsabilizarme y cambiar). El alma quiere una deidad a la que consagrase, un agente externo al cual depositar la responsabilidad. Este es mi motor, esta es mi premisa, y no me equivoco aunque me tiente una y otra vez a querer indagar como un monaguillo que entra a un ritual litúrgico con la esperanza de quitar el velo a las verdades ocultas y encontrar una nueva verdad agasajada debajo del misterio. Siempre he estado y estoy abierto a ello, aun no he encontrado nada, no voy a permitir que me convenzan de mi ceguera porque son muchos de ellos los que ocupan una posición dogmática y perezosa. Me lo creo. Me lo creo. Porque lo noto en mi cuerpo, en mi cerebro, en mi serenidad, en mi tranquilidad. Está bien abrirse al constante choque con los límites de un nuevo marco. Para conocer bien aquello que te encaja o que no te encaja, o que te encaja parcialmente. Basta de invalidaciones. Desde luego me estoy haciendo un experto en sugestiones. Yo controlo y ejecuto mi vida.
13-7-23
Hay un sentimiento de fortuna,
que se diluyó y traspuso en el margen,
se aparcó transitoriamente
para abrirse a la contienda
de lidiar con la atrocidad.
Me agria el pecho,
pero su acidez se expresa mansamente
como el respirar de una ballena.
Que ricas vestimentas me da la vida
¡Qué de regalos! Qué fácil es dejarse
arrastrar por esa inmensa corriente,
y qué difícil es comprender ese disparo a la vida,
ese furtivo silencio,
ese atentado al fuego latente
que uno cree que todo el mundo tiene.
Que sencillo parece todo desde estas aguas,
por eso aparco mi fortuna,
para hacer un homenaje a esta atrocidad,
a esta ilógica decisión…
Si es que hubo algo que se decidiera.
Mis lágrimas no hacen justicias a las tuyas,
pero es lo único que puedo hacer.
Mi fortuna está custodiada,
y aguarda detrás del infinito y de la vacuidad
de todos nosotros.
Déjame sentir esta angustia un rato…
9-7-23
Hoy leí una frase "antes de tocarme la piel me tocaste el alma".
Y es cierto que tu alma parece fulgurar, y expresar una ardiente vorágine de necesidad. Te veo tratarla con prudencia, porque cuando la fiera se escapa es indomable y te rindes a ella como Lorca. Férreas rejas para un animal tan bravo.
Las primeras impresiones son importantes
y también las primeras sensaciones y esos colores que se dibujan en una cuenca cristalina.
Y esa sensación
de oler... sin oler
y ese suspiro intuido en el infinito del eco.
Todos los ríos van al océano...
Quisiera poner mis manos en tu océano de turbulencias, mostrarte los secretos para amansarlo,
susurrarte el secreto de que lo intenso no siempre es más trascendente, pero que la trascendencia siempre es intensa si la adecuada puerta está colocada con atino y sensibilidad.
Ímpetu, fuerza, pasión, complicidad inusitada e inexplicable,
grito y silencio,
primero y último,
clara ...y no clara.
A mí también se me atora la garganta de sentir que cada instante no vuelve, por querer contener lo efímero y quemarme con ácido...
....pero aguarda estos segundos.....
....
Y respira
...
y respirate
...
y respirame
2-4-23 (respuesta a la "tonta" de Clara)
Mesa espeso estrella
¿cometa? ¿Cometa? Estoy muy bien ¿Comes
ta?
Sí, en la mesa, donde tomo café. ¿Espeso?
Sí, es peso,
Y también es volumen y vacío y aire. Y con
cada trago te energizas,
Envías señales a los retenedores de tu
vitalidad (esas celules que se
Comprometen a salvaguardarse y contenerse
en un precioso contrato con
Sus respectivas membranas) y te
energizas? Sí, te energizas, y millones
De fenómenos en la inexistencia del tiempo
se dan, el volver de un cometa,
La explosión del universo, una
respiración, una palpitación. Y todo, lo pequeño
Y lo grande parece inmenso. Silencioso y
majestuoso.
Cuando conecto con ese sentimiento me da
igual morirme. Lo llamo vértigo existencial. Para algunos es la ruina
espiritual, una penetración impía en la
Desesperación y desesperanza. Y cuantas
más palabras más te alejas
Del fatigoso silencio. Exacto. Pero
transitada la bruma todo se vuelve vertiginoso.
Y hermoso. Exacto. Y pasional. Infinitamente. Todo infinitamente bello, porque
es
Un sentimiento que te vuelca y te rodea
como la nata montándose por una bella lozana que tiene las mejillas rosadas. En
ese punto puedo llorar. Sin motivo, simplemente por contemplación. Porque la
existencia, la no existencia, lo
Importante, lo insignificante, todo se
cierra como un círculo perfecto y no hace falta nada. NADA. Que extraño
protagonismo este de estar aquí, de ser este yo,
De contener esta energía de portar este
motor estas ganas de vivir, que fortuito,
Que bellamente azaroso. Noto como una
energía compactándose en el centro,
De allí, de esa fortaleza tantos años
manida surgieron todas las producciones férreas de mi vida, toda la poesía,
toda la pasión, todo el amor. Antes todo era carcoma, no verte compactado te
daba miedo. Sí, cierto, pero ahora da vértigo la inexactitud, la parcialización
de mi mismo, la elementalización del trascurrir, porque yo me disuelvo como una
ola en una orilla, y grajeo como el agua entre las piedrecillas, y todos nos
abundamos en ese nada. ¿Pero es vacío? No es vacío. Porque la muerte es el
cuenco de la vida, porque nada acaba salvo el espejismo de la finitud, salvo el
maquetado relato de comienzo desarrollo y fin. Saca la cabeza, sumérgete para
no ahogarte más, bucea con suavidad, levanta la mirada, vuela alto pero con
cautela, ten la mirada altiva, la fortaleza con discreción y las palabras
justas. Adiós compañero.
(con palabras clave 28 febrero conersacion con alejandra)