martes, 16 de noviembre de 2010

LA PLANTA (16-11-10)

Hay un florero en un balcón, éste contiene una planta. Sírvase de ejemplo de mi turbia y tangencial percepción: cuando las hojas se mueven, gracias al trayecto del viento por la calzada, que alcanza las hojas salientes respecto del área del balcón; veo un movimiento sinuoso, una orden de ritmos que se acompasan consigo mismos. Seguramente el movimiento de esas pocas hojas afecta al resto de la planta, que en contraste con las hojas, está plantada como un zócalo pesado en la maceta. Ese particular movimiento no rompe la armonía del conjunto, pues su ritmo, quizás distónico con el que intentan vender las ráfagas del viento, es atenuado por su dependencia con el resto de la inamovible planta. Esas selectas hojas quieren unirse y dejarse llevar por el fluir y la fluctuación rítmica externa. Pero acaban creando su propia onda diferencial, la suma de las partes de su limitación y su estimulación. No es una distorsión, su contemplación no se descongracia estéticamente, ese ritmo crea su propia onda. Es su propia onda. Y al igual que la suma de todas las ondas individuales del planeta, su conjunción da como resultado un fenómeno único. Y su idiosincrasia, en su formalismo, puede equipararse a la conjunción de la aurora volear, de los vapores del desierto, de el magma fundiéndose con la nieve, también a la sed de un perro, a la lágrima de una estatua, a la apacigüidad de las cortinas tras cerrar las ventanas. No hay nada fuera más sublime que lo cercano, si regresamos a otro estadio más sensible, no existe lo mediocre, ése solamente somos cada uno de nosotros. Nosotros somos las hojas que se sumaron a una corriente más veloz, pues somos de naturaleza disruptiva. El hedonismo nos ha hecho romper las ramas, nuestra sed reticente ha hecho retroceder al tronco y arrastrarnos a una beligerancia aislada, donde ya en potencia no aspiraremos a más fruto que perecer.

16-11-10

FRAN ANDREU

lunes, 15 de noviembre de 2010

YO (16-10-10)

Me veo, me veo en cada segundo,

me veo tanto, que ya no parezco mi propia conducta;

soy mi objeto de estudio.


Esa disyunción es abismal, y su único vínculo el reproche.

La pantomima se resiste a ejecutarse; y las vendedoras de bolsas

no reciben su cordial saludo con sinceridad.


Un cráneo, disecado con paja. Oxidado.

Una emoción, que discurre a trompicones

como una rata subterránea.

Unos ojos que no determinan;

que sólo ignoran, y únicamente buscan

las alas del restante cuerpo;

“¡Están en el reverso, por eso no las veo!

(sueñan ciegos con la utopía)”


Pero más allá de las descriptivas implementaciones

físicas de mi existencia.

¿Dónde me encuentro tras tanta maquinaria?;

¿soy el conserje que aguarda pasivo el devenir?,

¿soy el ejecutivo que se implica en metas arbitrarias?,

¿o soy el guía que apoyado en su argumento metafísico,

se cuestiona cada paso hasta tergiversarlo; llegando a la composición forzada e histriónica,

y que cada pierna se asigne su distintiva y desarticulada marca patrocinada?

¿soy el rey en su trono manufacturado?

¿soy el historiador?¿el llorón?¿el asesino?


La respuesta la se. Mi yo no es ninguna de ellas.


mi yo es el mecanismo disruptivo que las descongracia a todas ellas,

mi yo es el aspirante que escala hasta la cima de la integración

para después desplomarse en las quejosas e inmaduras redes de la insostenibilidad.


Mi yo es el espíritu del animal que verifica a golpes (sin dar lugar a la constatación o el resigno),

el límite que ocupa la demarcación del hierro que le cerca.


Mi yo es el persistente y hambriento vagabundo insurrecto que grita a las farolas,


El inconmensurable abismo entre la paz y la paz


16.10.10

FRAN ANDREU

NO MEREZCO LA POESÍA (16-10-10)

este capricho de retratar la tez del cadáver,

de constreñir la burbuja de polen;

como si la esencia, motor de todo,

debiera estar instigada por exigencias caprichosas.


No merezco la poesía


Mis palabras no son más que capitales,

pretextos vacíos de erección,

cosechas de plástico que evolucionan

y crecen con las mañas del disimulo.


No merezco la poesía


No merezco la poesía porque soy mentiroso,

porque traiciono la teleología de los poetas,

porque mancillo las palabras de pretenciosidad.


Porque veo en mí todo cuanto expongo;

las mentiras que no me llego a creer;

y digo no creerme.


Realmente.


Merezco la poesía.


16.10.10

FRAN ANDREU

LA RESACA MES DESVELÓ (29-09-10)

Una piedra enorme pende en hilo de mi cráneo,

la tristeza grita a reclamos en el tronco de mi cuello,

de mi boca sale como polvo iluminado en un teatro vacío,

una pequeña luz que busca una razón para creer.


A veces las reservas se congracian unas con otras

se comprimen por su telón metafísico.

Y entonces creo de verdad ser ese payaso

que canta, baila y grita encima de chinarros,

chinarros que transformo en ilusiones

con núcleo y esencia, en cometas del firmamento.


Pero al despertar, entre mezclas tóxicas

de placer y dolor, que adquirieron la función viscosa

del porvenir de la larva muerta, la función de la abisma

indefinición de la pared blanca que se encuentra

en la intersección entre los inquilinos, (unos que llegan

otros que abandonan).


Entonces, el universo empieza a existir,

y me tambaleo errático por su diversidad,

y me choco como un péndulo que grita ¡loco!

Al campo gravitatorio, y vomito la apreciación

de lo que debería ser plétora, y me hundo entre poros

sobre hasta los que las hormigas saben moverse,

de tan pequeño que me veo.


29/09/10

FRAN ANDREU

PUES SI LO QUE QUIERES ES MIRARME... (24-05-10)

Un tanto ajeno a mi propio semblante, pero proyectando, éste sobre mí, su complejo por ser rechazado.

Digamos simplemente que quiero exhumarme por momentos de las ataduras de mis prendas y de la intención directa de mi aroma, el cual atañe a todo mi pronombre, y que con su efusión emborracha a las moléculas adversas, reaccionarias e hirientes de mi yo indudable.

¿Qué porqué estoy serio?

Mirame dentro, mira mis ojos, creerás que son el reflejo de otro sentimiento que se anida en mis pupilas, creerás que mi resignación está oprimida y concentrada por mis gestos, mis decoros y mis lágrimas.

Toda esa retícula perfecta, con la libertad de acoger el más pesado de los dolores, sería un gran resguardo que supraordenara esta guerra. Pero mi dolor no se vincula con nada, y la muerte quiere gritar pero se regula por el injusto precepto del silencio. Esa regla biológica, la de corresponderme con la mirada, es ya en mi una utopía.

Mira mis ojos, mira mi peinado, mirate a ti, mira los gritos de tu alrededor, ese libertinaje latente y enclaustrado en una dirección tan pobre, tan levemente determinada. Los pañuelos de despedida se desperdigan por las calles. Almas quejosas que sobreponen la aspereza de sus uñas a la bronca del corazón.

Realmente mírame si quieres, tan enfadado estoy con mi hipocresía que nada podrás ver. Mi alma es tangencial a mis ojos, y mi piel crece en mi propia piel, recubriendo mi bello como el cemento, y se convierte poco a poco, en la capa sedosa y apática de mis saludos.


FRAN ANDREU 24/5/2010

MIEDO A LA ABERTURA (12-04-10)

Cuando el hormigueo del cráneo desampara a los cortejos de las cafeteras y los saludos.Cuando los ojos de tan abiertos se tornan asimétricos, y sólo se puede sucumbir a esa horrorosa belleza que se disfruta en privado.

Es el momento lo que abre las entrañas, lo que estremece los pelos de los brazos, lo que hace balancear la cabeza al son de algo que se siente, con una definición secuencial.

Desde el riguroso trono del caos; alguien ha decidido otorgar orden de palabra a las inquietudes. Pero su varita, la responsabilidad de sintonizar, su mirada; es insentenciosa.

Sin embargo, ahora, por la beligerancia de la brisa, gracias a esta chispa del momento, todo se permite fluir sólo, como el huracán para el dios que flota en el mar, con un preciado orden, diagnosticado como desorden, por encima de todos sus enchufes y sus resquicios, pero en este instante, el adolescente no se compadece, disfruta de la arrogancia.

Pero no me engañaré, ese es el miedo, el miedo de que todo vaya como debe ir, y te encuentres en el ruido de discoteca con todo perfectamente petrificado, con tu control. En ese momento, hay energía suficiente, como para atar todos los cabos que se precisen, no hay coacción, no hay fantasmas que tiran de ningún elemento, todo es un énfasis infinitamente cuantitativo, como una aguja convertida en cohete, que se dispara hasta su agotamiento, y que cose todos los contornos, en una dirección.

Pero todos esos animales del interior, que gritan, que celebran la unión, solamente están borrachos, y se resisten al complejo. Y no merece la pena soñar con utopías, ni con la conquista del concilio, en esta inapaciguable celebración.

No cesan de suscitarse imágenes de cortejo, levantamientos de triunfadores, lluvias parceladas con gotas en categorías que se privan del chaparrón, palabras, que han encontrado un momento de esparcimiento, para brotar, como una especie reprimida, como la sangre de los arañazos.

Debajo de esta sonrisa, que disfruta en su periferia de autenticidad, que me alegro ante ella, está mi conjetura, mi control. Y no le otorgaré el beneficio de lo incauto, y no dejaré que pincele ahora los matices de las definiciones, primero, dejaré que el miedo se pondere.


Poco a poco, se desarrollará la confianza en el sistema autómata de mí mismo, puestos a soñar, quizás un día prescinda de estimulantes


FRAN ANDREU 12/04/10

ESQUICIO DE IMPOTENCIA (5-2-10)

(Adagio for stings, samuel barber)

La poesía es inútil, no hay nada que decir,
no hay palabras para un desastre ya tan pormenorizado,
no queda estética, tan solo horas indeterminadas de sueño. Mis costillas están deprimidas como las resacas del transeúnte, el espacio inocuo del hogar más entrañable cobra matices de desesperación
que el anfitrión de la armonía quiere ignorar.
Raíces de cenica enterradas en lo más hondo,
donde nadie puede socavar, y en la cúspide, que es la superficie del terreno; la corona de una flor de plástico. Retorcida nube reprimida, ¡te estrellarás contra el suelo!.
Los cristales de las ventanas se inflaman, como una lámina de petroleo, y hacen distorsionar al resto de mi universo. La madera se derrite, mi cama da vueltas, mi amor se hace sentir, y pienso. Pienso que doy vueltas, e intento encontrar un único pretexto de evasión, pero todo gira en torno a lo inevitable. La palabra mas ineludible es el sentimiento, y da igual como intente esquivarla, ya sea con una máscara instantánea o con metáforas excusivas cuya belleza puedan hacerme sentir el mayor clamor posible que fabrica la consolación. El pensamiento, solo es una respuesta a lo que no quiero desear, o que no me atrevo a desear, o que deseo por encima de todo. Ondeo, busco, doy respuestas, planteo dudas y las quebranto, las alterno como un jugador de poker indeciso. Y si me diera ese momento de silencio....... el que permite a las olas, sean cuales sean, discurrir continuas unas de otras, sin interferencias, con intervalos equitativos de separación, con claridad, con transparencia. Pero estoy contaminado, sobre todo por mis manos inquietas y ambiciosas, y por mi necesidad de revisión. Estoy cansado del tercer ojo, que acecha desde arriba, para la consciencia de todo. Ese ojo, ese ojo....... es el reproductor de mi tortura

5-2-10

FRAN ANDREU

APABULLANTE DESEO (21-11-09)

Ardo voraz, mis cosquillas escapan de mi piel
llegando a pudrirse en los perfumes momentáneos del espacio.
Las lineas cromáticas juegan alrededor de tu rostro esquivo,
maquillajes corridos despreocupados por su reforma,
como gusanos eléctricos, depresivos que anhelan compadecer como cebos.
Que Lloran en su más intensa alegría.
Quiero coser tus sonrisas, levantar del más profundo suelo
las metas más rotas. Quiero revolucionarte entre vueltas,
una falda levantada entre lágrimas de carcajadas.

21-11-09
FRAN ANDREU

EL COMPLEJO DEL CREADOR (18-01-10)

Palabras. tened cuidado con el cazador semántico.

Os atrapa entre enrevesadas redes comprensivas.

Quiere aliñarse con vosotras de lo galante y voluptuoso.

Persigue la plenitud entre escabrosos arbustos

salpicados de heces respingonas y forzosas,

descargadas tras vuestra huida.


Palabras. ¿Queréis ir a vuestra asignación?

Sed atrapadas o permaneced constantemente en la clandestinidad,

acudiendo en los sucesivo, a distintos paisajes de definición.


Acabad, pero ejercitaos en la constante duda.

¿preferís airear la bandera simplista de un mástil endeble?.

Arrojaros al escepticismo continuo y a la infinita imperfección.

contraed con vuestras hermanas la conyuntura transitoria del

énfasis lingüístico y el sexo gramatical.


Palabras. revelaos contra el dogma y la erección clara.

Quizás nunca terminéis de dar comprensión

a un conjuntivo constructor incrédulo y esquivo de la buena fe.


El cazador siempre deja libre a las presas,

y al final dice disfrutar del hambre de la imprecisión.


O puede que todo sea una excusa.


FRAN ANDREU 18/1/10

MI CAMINO (11-09-09)

Al final decidimos avanzar en una dirección. Nuestras características inherentes viajan en ese camino, cogidas de la mano, mirando el entorno que las rodea, moldeándose en su coordinación, para ponderar en nuestra máscara la más exacta de las impresiones.

Policromático ser expresivo en medio de la selva, opacos ojos, sometido del resurgimiento continuo, del avance, de la marea progresiva. Las algas viajan cogidas unas a otras, los ladrillos se derruyen enlazados por sus lágrimas, por su espírito colectivo, el que todos poseemos sobre nosotros mismos. Amamos, agarramos con pasión, una mano se nos suelta, luego le toca a la otra, los labios, secos de tanta saliva, no tienen más que separarse y hasta la más posible extensión de su cuello, no deciden resignarse, y admitir, que cambiamos cogidos, no podemos romper dogmas, porque nuestra biología nos provee para prevenir las incompatibilidades, y más allá de nuestras utopías, está la necesidad de que nuestro conjunto, tenga cierta previsibilidad, y no con ello, estamos satisfechos de nuestro porvenir más instintivo. A veces, desearíamos no tener que abandonar, no polarizarnos, y sufrimos, en la indecisión, en el vértice incisivo de dos caminos. Arrastramos fotos, cartas, y recibos, arrastramos las maletas, guardamos nuestro pelo caído, perpetuamos lo borrado, bajo la nostalgia. Y a veces, arrebatados contra nuestra dirección, gritamos y golpeamos los cristales de las antiguas salas superadas, mientras operarios retiran los objetos olvidados, y cierran la instancia irrecuperable, por la que hemos circulado y ha posado en nosotros, designios y restos, patentes en la más insustancial de nuestras colateralidades. Aquello que transpasa el foco de lo relevante, de lo que más significancia ha tenido, es utilizado, en una ruta más periférica, siempre, por muy útil que sea ese resorte secundario, con melancolía, con nostalgia, y nuestros miedos, cierran nuestras potencias, como cobardes tumores, como lágrimas secas. La música se escapa, algunas voces, algunos estilos despedidos de nosotros, y siempre, consumando nuestra más importante ejecución, apropiándonos de lo que más queremos, siempre aguarda detrás, en la duda, el resquicio de el arrepentimiento, la envoltura de lo guardado, lo plastificado. Parece que hemos perdido capacidad, parece que nos hemos derruido, por sentir, que hemos dejado atrás una oportunidad, que la hemos descartado, que hemos elegido el continuo devenir, que no sucumbimos, en profundizar plenamente, que anhelamos lo nuevo, sólo lo nuevo. Y como ciegos en su presente, vagamos, encontrándonos con imágenes de nosotros, en una alternativa, y seguimos avanzando, mirando inquietos, a los lados, buscándonos a nosotros mismos, entre cipreses, el tiempo se agota, y seguimos buscando. A veces nos detenemos, intentamos patear lo que poseemos, sabemos que no va a ser eterno, que eso de forma continua y perpetuada nos hará daño, pero lo mantenemos, y con ello, perdemos las ganas de seguir buscando, de explotar lo más profundo de nosotros mismos. Nos agarra, la duda, la pena, el miedo, la inseguridad. Humor, poesía, ciencia, música, luz.......piérdete como las luces de las vegas, los esquemas que os aman, luchan entre sí, como un huevo que quiere seguir creciendo y se resquebraja. Me invade la necesidad de nacer, de descubrir mi mundo, la potencia, la ilusión de la adolescencia me abandona. La madurez....¿es esto la madurez?, la tristeza que te hace, concebir el tiempo, como algo que cotejamos, que planeamos, con lo que jugamos, y no el medio que te arrastra, que te alumbra, que te hace ver por donde podrás seguir. Miedo por estabilidazarse, miedo por seguir el curso del devenir. Sólo quiero vomitar todo lo que quiero expresar, pero se retiene, porque mi integración de todo, hace que no coseche estilo, porque lo quiero todo, lo quiero todo, y no tengo más miedo, que a la pérdida, y rodeo de fotos y papeles mis paredes, y el insomnio no me deja dormirme por sucumbir en la inconsciencia del tránsito.

Palabras crispadas, complejos de la expresión,

hermético núcleo, incomunicada necesidad.

11-09-09

FRAN ANDREU


UNA LLAMA ES LA VIDA (13-10-09)

la llama lucha por mantenerse encendida, el oxígeno trasciende impredecible

para darle baile a su posicionamiento.


Bello fuego, en la postura más eficaz para mantenerte vivo es a donde vas,

circulas como el vaivén,

y mantienes ciclos meramente descritos con patrones

pero sigues tendencias arbitrarias,

como la vida, las células, y la respiración,

mirás atrás, alante y todos los lados

y consumes tus recursos, hasta explotar todo cuanto puedas tener.


Y el consuelo, te hace seguir, vitalicio, candente, pasional;

con el designio de un fósil incaduco

13-10-09

FRAN ANDREU

DEJADME QUE LO CONSUMA (11-09-09)

Perdido, huyendo de cualquier búsqueda,
hay un aprecio amargo en el instante,
quieres moverte, huir como saltando entre las brasas
pero los contornos del horizonte son lineas ilusorias de la misma tierra,

opto por la inexpresividad, por el silencio y la resignación,
por agachar la cabeza y no dar más producto que mi autorregulación,
cuanto más rápida mejor.

atento, como una fiera atada y abrazada por su dueño.
Rayos inmanifestables, que se tragan su propia energía,
y alimentan de más oscuridad a las nubes.

eximido de mí, intento irrelevar todo cuanto sufro,
cicatrizar con cualquier inmediato pretexto mi dolor,
y buscar, entoces sí busco, un sello con el que tapar y
quitarme la fatiga,

dejadme que lo consuma...

11/09/09
FRAN ANDREU

SIEMPRE QUEDA ALGO (11-08-09)

Emoción indeleble que marcas el estigma de tu presencia con la inexpresión,

no puedo olvidar tu presencia, no puedo optar x abandonarte en la gratitud más inmediata

xk te rodeas de electrizantes asociaciones que te inculpan, que te acusan.

Mis ojos se entornan hasta perder la dirección de su pupila

agarro la impotencia con los puños y la resquebrajo como un cristal


ya no eres genérica, ahora eres moldeable, precisa, y descifrable,

como una piedra sobre la que el agua ha descrito los años,

como un corazón viajante, como el que se atrevió a vivir.

Quédate escondida en mis manos y muéstrate de vez en cuando, será un infligido placer

desmenuzarte día a día, hasta que nunca termines de irte


11/08/09

FRAN ANDREU

LA CALLE (3-09-09)

Las farolas se doblaban sobre sí mismas, los árboles desperdigaban sus hojas como célebres trofeos que caducados de victoria son despreciados.

Las manos bailaban unas con otras, anónimas, buscando un instante para alimentar su fuego concéntrico, una semilla inmortal rodeada de raizes enloquecidas por buscar su autonomía.

El sol palpitaba como una llama debatiéndose con la líquida cera, como los últimos suspiros, sin irradiar más luz que la propia que distingue sus contornos, como enfermizos ojos en la noche.

Los tejados intentaban copiar el firmamento; cómplices de su propio engaño, los gatos saltaban de constelación en constelación, testigos de una luna absorbente, nadadores de la oscuridad, errantes de un hogar también errante, circulantes infinitos de la gran esfera,

la muerte solo es una gota más, que desemboca en un charco de vida. La luz solo es un reflejo, todo se balancea esperando nada, y la sutil invasión del conformismo, calla las voces que rodean las atmósferas, derriba los cristales endebles, despliega los castillos de arena, revolucionarios que se revelan ante su propia inquietud.

El silencio quiere decir algo, su lenguaje indistinguible cada vez ocupa más mi entendimiento, los orgasmos a veces se agarran desesperados de anhelo a él; intentando descifrar sus susurros.

Todas las figuras quieren esconderse, porque han cobrado vida, se esconden tras los cipreses ahuyentados por mis cantos, los bastones escapan de los ancianos, salen corriendo huyendo de su tan elemental función, los pies se enredan, haciendo de todo una raíz ebullecida hasta el fin; como el beso en la despedida,

Los cuerpos buscan el placer consolándose en el crecimiento, los mutilados se martirizan a golpes contra sus propias tendencias, las espinas crecieron hacia adentro de esta rosa de luto, Las chimeneas tosen su hambre; para levantar la aprensión al negro asfalto.

Los pequeños puntos eléctricos chocan entre sí, como las notas disueltas del fondo del mar, los barcos quieren navegar al cielo y se sumen en su incansable mapa hasta darse nombre a sí mismos,

el oleaje solo te arrastra a un rostro cada vez menos maquillado, a unos dedos que para subsistir arrendan sus propias huellas, sólo los llantos desnudan estas paredes gruesamente engrasadas por las mentiras.


FRAN ANDREU 3/9/09

HUNDIDO (15-09-09)

Esta agonía es un filtro sucio implantado en mi garganta, algo tan tangible, tan físicamente descriptible. Cada vez me rodea más, me va abarcando y bloqueando todas las funciones que emergen hacia el exterior, toda la arenilla que forma siluetas en el hueco viento se va transformando en roca sólida y seca, cuya mayor caracterización es ser inamovible. ¿de qué está compuesta esta negra membrana?, ¿de resignación, miedo, propia incapacidad?. Todo va cayendo, todo lo que progresivamente construyo se disuelve como la tinta de una foto en el fuego, como los gritos ante los bombardeos. Todo lo que se ve también desaparece y sólo acaba siendo una simple marca, una categoría a tener en cuenta que rodea con vagueza mi cada vez más absorbida espiral de significados. Lo diario deja de tenerse en cuenta, lo que todo el mundo ve, lo básico, lo adaptable, cobra importancia lo global y relevante, pero a la vez lo sufrible, lo intemporal lo que mantiene quieto a mi pasión y me hace oscilar respecto al vacío de este precipicio. Últimamente mis esquemas tienen, la incontrolable por mi parte, y desquiciante manía de humedecerse y perder solidez, de tambalearse, replicar y agobiarse, como un sordo en un ambiente hostil y abundante donde toda comunicación únicamente se enlaza con el sonido. Quizá he perdido mis sentidos, no los tangibles, no los ordinarios, sino otros que componen a éstos, ondas de significados que componen a otros más apreciablemente cotidianos. ¿Dónde está mi ser si va deambulando sin seguridad, sin satisfacción?, únicamente se viste por la inapetencia del día y esos momentos luminosos e infrecuentes en que el estado coincide con la situación y parece que todo fluye y funciona, me agarro ciego de efusión a ese presente que intento resistirlo del paso del tiempo, rezo no a una figura, sino a las líneas de comprensión que envuelven mi comportamiento con talento y audacia, con claridad, estas líneas me poseen en esos momentos como el dueño que da de comer a su esclavo. Sometido les rezo para que no se rompan, para que se mantengan, para que pueda disfrutar del festín del progreso y la vida, para que no siga diluyéndose y todo acabe derruido, derruido por el fuego y yo quemado.

FRAN ANDREU 15-09-09

TÚ, SÚBITA (16-05-09)

Las luces se han apagado, las nubes se han disipado sin descargarse, las gotas se han congelado y
divisan su trayectoria desde una cima panorámica, como pájaros armoniosos, llevados fijamente a su consumación.

Las palabras se esfuman como estrellas súbitas, inadvertidas y desechadas por el firmamento. Entre una caida insentenciada, un paso nunca terminado de dar, tú rostro se ha levantado, chorreando sinuosamente su pavoroso clamor.

Sólo ha sido una mirada perpleja, que condesciende en todo mi movimiento interno, que remueve
todo mi sabor a él ya hartamente saciado. Súbitamente los dormidos han cobrado vida y y han
detectado que siguen respirando.

Sólo ha sido tu recuerdo, brotado del más evidente escondite: la primera vena de mi pulso, tan
originaria y sencilla; que nunca manifestaba su presencia.

Emerges de la nada; te mantienes durante inmedibles segundos; y me agitas, amenazando cada
perceptible presente con la ausencia; para al final esfumarte, con la más progresiva invasión de lo
superfluo, con las paredes rectas de mis más habituales límites.

Y creo que ya dejo de latir porque no escucho mis propios sístoles, te acercas como un ángel
providencial que ha perdido sus consignas, que ha arrojado sin querer la muerte en su propia cuna.

Ya te has esfumado, consumida en la lejanía por tu cada vez más mengue expresión, y ahora te
busco entre cielos abastecidos de puntos blancos, sin palabras que reclamen tu contorno, entre olas ahora débiles y continuas busco mi repentino ahogamiento, mi oxigenación inminente que me hace sentir hasta la más completa retícula de mi mismo.

Pese a que mis pasos se dirigan ciegos al siguiente camino, seguire escuchando tu silencio,
esperanzando que tus ojos desmembrados no dejen de mirarme, y que sobre el eco del eco, algún
día sientas la mera reverberación de mi mero sentido.

16-05-09
FRAN ANDREU

¡ADIÓS, HORIZONTE! (21/07/08)

Entre el cansancio los dilemas se abren paso sobre mí, los vaivenes de sus contrarias posibilidades crean desasosiego y confusión a las lágrimas que acabo tragándome.

Dudas, dudas y respuestas conflictivas que me hacen regresar a las dudas de nuevo, y a otras más básicas, y así mi angustiosa confusión me va empujando y alejando de las soluciones aparentes que menguan infinitamente pero que siempre están ahí, desapercibidas pero presentes como las estrellas en el día.

Listas para su ataque cuando tan solo me acerco a la armonía, o musito la palabra “claridad”, orgullosas no se alejan de mí, creen que dependo de ellas y que sin tales mi rostro se esfumaría, como arrebatar la sonrisa a un payaso o la compañía ante la adversidad.

Mis metas concretas y múltiples son intactas pero cada vez están más abrumadas, manchadas y humeadas por el miedo a su lejanía y la potencia que se apaga poco a poco como la lámpara del que murió escribiendo sin haber nunca empezado.

Cada vez las olas que me empujan a los lados son más fuertes y malevolentes, cada vez más me exijo ser menos exigente, y voy muriendo como el hambre del muerto de hambre, como la declaración de lo que ya está descubierto y asimilado.

Muero, como los finales que claman un comienzo, como la amplia ambición que se acomodó en lo suficiente. Muero, me voy borrando como las fotos de los cajones, como el que desea la mañana en la noche y la noche en la mañana, como el que empezó a considerar el placer un compromiso marcado por el tiempo.

Muero porque me voy quemando por la lupa que me agranda, lupa que quema mis sueños, y por ello, se desbordan ahora los detalles más irrisorios y desapercibidos ante mi espejo, los complejos florecen ante Narciso.

¡Adiós llama utópica!, iluminabas incluso lo que no alcanzaba a ver y culminaba con mi imaginación, apágate, gracias por tu enseñanza; recuerdo las formas que estoy tocando, tranquila. Ahora déjame avanzar poco a poco, se acabó seguir sintiendo el prado más allá del acantilado, este ahogado ya no nada intentando llegar al fondo. Que tu pulso ya no lleve sangre a las venas de los miembros que no poseo. ¡Sólo me causas sed, sed, sed por la sequía que arrastro y me rodea, por cargar y absorber toda la humedad en mis ilusiones!.

Triste, resignado, escondiendo la mirada y ocultándola en la nada, hoy he descubierto que somos el puñado de ceniza que queda tras apagar nuestros sueños.



FRAN ANDREU 21/07/08

LAS COSQUILLAS DEL RECUERDO (18-07-08)

En la botella quedó inevitablemente una base húmeda y gaseante que ya no pude aspirar con lo que alcanzó mis intenciones.

De ese hueco húmedo y fértil se desarrolló una armoniosa enredadera que se ató a mí, y ahora fortalece y da rigidez a mis pasos. Hace del sufrimiento momentáneo una insignificancia, y una irónica expresión. Ante la sed, esa enredadera emana de sus glándulas un líquido que me otorga satisfacción.

Ante lo desconocido se abren variantes e indefinidos objetivos, todos guiados por la inmadurez e inexperiencia, pero al menos, esta enredadera marca objetivos concretos en cada momento de forma automática y fugaz.

Poco a poco me ha ido obligando a mirar dichos objetivos con la misma estricta forma que el padre obliga al hijo a adquirir los protocolos de su aristócrata familia. Mi rostro se modificó y sufrió por las forzosas heridas que le hicieron sus espinas.

Yo era un feto neutral que soñaba con ser algo, cualquier cosa, que soñaba con las nubes y el cielo despejado y al mismo tiempo, que oscilaba inquietante sobre un abanico de posibilidades, las cuales todas provocaban inconformidad.

Pero me he dejado guiar por la regadera, me he saciado con el sudor de la sangre de mis propias mejillas.

De lo que “murió” esto nació, no tengo ganas de escribir casi nunca, incluso me he forzado para que de mí salgan estas palabras con las que me cuesta expresarme, solo quiero sentir los caminos interminables a los que esta regadera me lleva, el momento sin mayor esfuerzo que vivirlo ya me satisface.

Cuántas rotaciones de la vida y que indefinibles son los círculos que marca, no sé cuanto durará esto. Pero, sé que he de disfrutarlo y soy consciente de que las etapas se esfuman cuando recuerdo nuestros momentos que siempre se acompañan de un estupendo cosquilleo


A veces desearía darte todo lo que me has dado

a cambio de que me lo vuelvas a dar”

FRAN ANDREU 18-07-08

MUERE, ARTE (sin fecha)

Harto, harto y cansado estoy de las cuestiones que emanan de las hojas en blanco, de todas estas prendas sin vestir que se humedecen pudriendo el motor de mi arte, de esta membrana completa de filtros desgastados que me dan aspecto de colmena deshabitada. Filtros que se entaponan cuando decido tras horas de debate inspirar, absorver el oxígeno que sé que siempre está presente, que me hace fluorescente y brillar cuando ando…………para qué seguir……..esta hoja es como el resto de la vida de los fracasados, sólo llenan huecos, sólo lleno huecos…y las palabras….no salen…solo quieren sedimentar este folio para aparentar ser fértil…pero no hay fertilidad, sólo retención…ansiedad….amo a los caballos pero me dan miedo, amo la velocidad pero me siento seguro con la lentitud,……….PALABRAS ABSURDAS PARAD DE SALIR VANALMENTE…SALIS POR SALIR, SÓLO QUERÉIS DESCONSOLARME HACER QUE ADMIRE UNA OBRA HECHO QUE NUNCA SE HA HECHO…LA PERFECCIÓN DE MIS PALABRAS SE ESTRUCTURA EN MI IMAGINACIÓN PERO TODO SON ERRORES…TODO…


FRAN ANDREU (SIN FECHA)

CLARO DE LUNA (22-06-09)

El polvo de la guerra se ha detenido entre saltos escabullidos,
el estertor jadeante es socavado y enmudecido por la sinfonía del silencio.
El sol intacto refleja la mellada sombra, de objetos que ha escogido
para pasear por sus claroscuros cráneos, para orquestar el ciclo de sus párpados

Los brazos de todos son plegados, abrazados en la cuna de su muerte.
Podridas carnes inertes, único cambio es el tiempo que descose sus contornos,
no les queda más que el sonido, que ante la prisa por crecer enmudece.
una plenitud inalcanzable de vida errante y sin rumbo,
que es consolada, mitificando la forma de las nubes, enclaustrando el devenir
en una vasija pobre y ennegrecida, donde el desamparo es custodiado
por una negada pregunta a ella nunca dispuesto a enfrentarse. Jerarquía inmóbil de inquietudes,
inquebrantable arrogancia por la existencia.

Disfruto en la discreción de mis pasos ya intemporales,
uno muere cuando descubre la banalidad en la vida,
la mísera gota a ella inspirado por cohesionar, por guardar su integrada y esférica forma,
para al final desplomarse contra el suelo infortunio y desgarrarse
haciendo de toda construcción una frustración, ya a ella insensible,
Pues no queda más respiro que el que te hace olvidar que ya no respiras.
Y las últimas lágrimas serán las secas, y la última energía será la que ya no quiera circular.
Los besos se borraran en mejillas también de piedra, los cauces se frenarán por un barruzal
también ciego e inquieto, tan partícipe como el hueco de las lagañas.

Las venas decidieron organizarse, enredarse en las cortinas de los sueños,
Perturbar el asfalto de las direcciones. Decidieron dar nombre a los objetos,
dar amor a los espejos, anhelar la pesa para un músculo endeble.
Pues nuestros ojos, más que ver, señalan horizontes, el dedo napoleónico aguarda implícito
en todos los cuerpos... para qué.

¡El sol grita!; esta es mi compostura, mi plaza apoteósica y narcisista. ¡La luna!, reflejada y
femenina, una cómplice más de la traición de la vida.

22-06-09
FRAN ANDREU

MONSTRUO (25-04-09)

Pequeño monstruo te alimentas en mis entrañas, 
Y una vez muerto insistes en dar vida a tus cenizas,
tus negras uñas se clavan en mis venas oxidadas.
Mi sangre solo empieza una vez que termina

Ciegas manos para el insufrible fuego,
velados ojos para el opaco deseo,
Como el demonio manejas mi movimiento,
oscura carcajada, inversas reglas del juego

Envidioso hambriento, desde dentro reclamas:
que sangren las heridas, que se dilaten las escamas,
la rendición del que ha vencido,
que los vacíos invadan todo con la nada

"No llores,
y que muera la persuasión de tus lágrimas,

No llores;
ni con caricias escondas tu consternación,
Tu cariñosa y perenne mano se arrastra
reclamando apagar su propio ardor

¡Vete y suéltame! ¡No te engañes!,
Sientes suavidad en mi piel escabrosa,
anhelas amar, y por eso, al amor lo creas,
hasta la misma sombra de dios sería irrisoria

Escupo en tus visiones
Falso profeta que te escondes,
Resquebrajo el telar con el que deformas
el contorno y color real de las cosas"

25-04-09
FRAN ANDREU

más vida, más muerte (19-03-09)

El tiempo se encierra en el núcleo de las rocas que aprieto.

Con mis manos ocupadas, fuera, solo observo a los muertos pasear;

sonriendo y abrazando a sus vacíos. Fantasmas; dormidos insurrectos,

el cielo se acecha sobre ellos; llueven hebras caídas de un oscuro telar.

Existo entre dos infinitamente cercanas secuencias de tiempo


La materia evoca mi venenoso suspiro;

proveniente de la incesante cuestión por resolver.

Eso, eso y eso, ¿pero donde donde está el primer hilo?.

Impaciente luz, que gira como el ciclo de un juego, desde el amanecer.

Vida y muerte, muerte y vida, pequeñas notas azarosas e insignificantes

que dan coherencia a esta ajena melodía que nunca termina de crecer


19/03/09

FRAN ANDREU