miércoles, 18 de febrero de 2015

Creerse ahora

Uno se sometió al espejo negro de otro,
el otro se acomplejó al ver que no le daba razones para continuar,
aunque quiso persistir a pesar del dolor y la duda.

Esperaba esfumarse. Esperaba el destierro.
Y a pesar de hacer el ejercicio teatral de mostrar sus miedos;
nunca se llegó a sentir tranquilo.

Es lo que pasa cuando uno va más deprisa que uno mismo,
cuando quiere recapitular y no puede deshacer lo nunca andado.

No puede ver, no sabe dónde está.

Pero poco a poco se acaban esfumando las nubes negras,
descubre que todo son peldaños,
pequeñas pruebas absurdas,
y que para terminar la historia solo hay que desarmarse.

Se termina.
Y tendría lugar
un nuevo comienzo.

No quería huir;

esta vez sentía que se creían. 

18-2-15

viernes, 13 de febrero de 2015

CHAN CHAN - EL POEMA QUE NO LLEGA

Hay canciones que te recuerdan
que todo el que escribe está siempre en busca
de un único poema.

Hay canciones, que hacen que los llanos momentos resuenen,
que las fábricas parezcan lugares de recreo,
que las rutinas de vivir y morir resulten inusualmente llevaderas.

Hay canciones que emancipan las llamas de las mechas,
y las hacen levitar a todas juntas como anfitriones de los que se marchan.

Pero ese poema último nunca llega
porque, cuando se le ponen palabras, se escapa,
igual que el aire en las manos.

¿Cómo explicarlo?
Está en la canción:
Cada momento se respeta,
y la queja de cada instrumento merece ese momento;
y aunque se repita una y otra vez la misma frase,
la música cada vez embriaga más,
y más parece que esa frase jamás se haya dicho.
Parece como si al que reunió los instrumentos
no le hubiera importado acometer ese esfuerzo
y bajar de la cumbre de ningún lugar
para transmitir con su voz un susurro
que no llega a culminar, pero que a todos nos cala.

Y ahí se encuentra el poema inalcanzable,
y por inalcanzable se hace eterno.
Además, en él se reúnen
las pérdidas vividas,
sus duelos, las veneraciones;
y la ecuánime y suave sentencia
de saber que el tiempo es un relámpago sin ruido,
un tener que volver a mirar mientras el ojo viva,
de saber que la pena por los que se marcharon
es una miscelánea de su adiós y nuestra propia partida




lunes, 2 de febrero de 2015

Valora lo que tienes

La vida se lleva por delante
las impresiones de lo que nunca fue.
Dejan al descubierto las esperanzas
sostenidas en el tedio.

Últimamente, la historia padece de interferencias,
parece que todo se para -y el corazón exhausto-.
Los sueños se desprenden de mi piel
como fantasmas arropados por banderas grises.
Envejecían mi piel, pero me hacían levitar
¡Y joder qué placer da levitar!.

Cuando de pronto toco el suelo,
paradójicamente siento vértigo,
¿eso soy yo? ¡Quiero ser más!.
Pero la voz se calla en un segundo
-el dolor es inevitable y necesario-
La calma se traga el ruido
y cobran saliencia las cosas que ya tengo
y que nunca siento.

Porque mientras se pueda agarrar lo imposible,
la vida no parecerá estar determinada
a las pérdidas.

TE AMO


2-2-15