viernes, 30 de diciembre de 2016

La anécdota de vivir

Se esfuma el ritmo, la música
y solo se queda un lento silencio 
que descompasa. 

Los más oscuros secretos 
vuelan constantes, 
densan la frente
y te dejan sin palabras. 

Para que los sentidos vuelvan a encontrar sus pautas
primero han de recogerse,
permitirte vivir mutilado. 
Sin saber qué miras,
sin sentir el dolor del otro, 
sin amar 
nada
que no esté apunto de morir. 

Detrás del grito no siempre hay un golpe. 

Puede temerse franquear aquello que no es en absoluto doloroso. 
Pues en el oscuro y siniestro bucle de subsistir evitando
es donde se muere.

Morir

Un fenómeno atemporal, 
externo a mis neuronas, 
a mi historia narrativa,
un suceso efímero que ya ocurrió
mientras aun transcurre el antes. 

El vértigo de existir
consiste en percibir el ciclo repetido,
en renacer cada mañana 
recordando la anécdota de estar


30/12/16



Soledad

La soledad no es tuya.

La soledad emana de un hueco que no tiene palabras,
la soledad se plasma en todo discurrir estelar
que te eclipsa mientras que se extingue. 

La soledad se encuentra en la entrada a un sueño, 
donde tu consciencia se eleva y te descompone en amnesia. 

La soledad es un miembro perdido, que atrinchara el deseo,
el entusiasmo, la curiosidad;
que engarza tus hombros y te arrastra como una marioneta inconsciente. 

la soledad es a la vez la mayor esencia;
desatiende a proyectos, a compañías fatuas, 
desatiende hasta a tu propio instinto de supervivencia. 

La soledad
acongoja tu garganta con un resorte inflamado de melancolía
en cualquier intercambio en el que "lo convenido" podría operar fácilmente. 

La soledad puede dominar, reaccionar irritada a toda prescripción, 
directriz, puede alienar la derrota difuminando el juego. 

La soledad puede hacer que los sentidos duelan, 
que el pensamiento apuntale el cráneo,
puede agriar los latidos, puede desviar y desnutrir las conexiones 
de todo lo íntegro
que te preserva humano. 

30/12/16

jueves, 15 de diciembre de 2016

Esto no es nuevo

Creíamos que por fin
la globalidad y la interconectividad
iba a potenciar lo mejor de ser humano.

Nos deshicimos en utopías durante un siglo,
nos encantamos con la palabra "libertad",
con los símbolos,
alardeamos de protagonizar el progreso,
una Era jamás acontecida en la historia...
una Era donde por fin podíamos vernos por encima
y cambiar...
Una Era donde estábamos dispuestos a afrontar nuestra humillación
de existir...
¡Qué máquinas!

No es nuevo eso del re-renacimiento,
ni tampoco la sublimación de toda nuestra "esencia",
ni alardear de misiones obviando la repercusión de
nuestra acción.

no es nuevo ni esto del "cronocentrismo",
ni esto de la amnesia, ni esto del egoismo,
ni esto de los estilos de vida sustentados en la esclavitud.
Esta mierda lleva ocurriendo siglos.
No es nuevo lo de la gloria centrada
en el autoensalzamiento.
No es nuevo vanagloriarse de la grandeza,
muchos futbolistas de élite hubo antes en la historia.

Con "neos-" nos perpetuamos, con "-ismos" nos resignamos.
No es nuevo consentir con una reducción simplista de la realidad
para justificar nuestro estatus,
no es nuevo la masacre en nombre del bien,
ni es nueva la burguesía aunque se extienda en un espejismo,
intenso y extenso, que no tardará en extinguirse
mientras la clase media se desploma.

Ya lo dijo Nietzsche con el "eterno retorno",
y tambíén otros decían que el pueblo estaba dormido,
"y cómo nos gusta soñar".

Lo que es nuevo es la coyuntura,
el tener la información,
el tener herramientas con un alcance antes no imaginado.
Pero solo nos sirve para sentirnos más libres
en nuestra propia tiranía.
Para confirmar a los poderosos que nuestra voluntad
nunca estuvo oprimida;
Para perpetuar nuestra encierro en jaulas abiertas,
jaulas de oro y vaselina
mientras lo gozamos
como ya nos instruyó Aldous Huxley.

Pero bueno, bastantes problemas tenemos ya para ganarnos la vida
y jugar a esta mierda de ser mejores.
Así que continuemos que la vida es muy complicada
y nos falta todavía mucho para ser perfectos Hasta otra
Por cierto, esto es lo que pienso de nuestro estilo de vida
y de cómo celebramos la navidad:


15/12/16

martes, 8 de noviembre de 2016

¿Podemos estar demasiado bien?


Lo que me genera frustración es poder sentir o querer hablar de cosas contigo,
pero que hablar de ello se haga inviable y que ese sentimiento al final se pase y acabe 
por no dar importancia a aquello que se acompañó de varias punzadas.
En este momento, esto hace que nuestro vínculo distal se torne más como una ilusión,
porque a efectos prácticas cuesta mucho sentir la proximidad a miles de kilómetros.
Cuando sé que quiero hablar contigo, y estas indispuesta, me frustro.
Al final siempre evito transmitirte esto. Me cuesta expresar esto porque me hace sentir
indefenso e inseguro. Quizás nuestras experiencias pasadas han influido en esto,
por aquellas veces en las que no llegamos a arroparnos.
Ahora he hecho cambios y esfuerzos consistentes para saber, que al margen de esa
tendencia mia al desapego, tú estás ahí.
Pero es cierto, ahora mismo me siento un poco indefenso, recogido, y podría decir, desapegado.
Hasta me cuesta coger el blog y transmitirte esto, debido a que una parte de mí lo percibe
como algo inútil.
Ya la distancia es abismal y no siempre consigo ser positivo.
En verdad,
no tengo el objetivo de ser siempre positivo.
Tú siempre estás aparentemente estable, ecuánime, clara, parece que no “necesitas” nada.
¿Lo admiro?. Sí.
Pero se me ha hecho a veces difícil de creer, porque en mi universo eso es algo difícil
y uno extrapola y proyecta según la manera en la que percibe a través de sí mismo. 
Esto es así hasta el punto de que si te noto ausente,
si percibo señales de distancia, una parte de mi empieza a creer y confirmar la teoría de que no todo
es tan estable y bueno como lo maquillas. Eso sucede porque en el fondo me es difícil creer
que esa versión de nosotros sea así de positiva. Es entonces cuando desrealizo lo nuestro, 
desnarro nuestra historia.
Lo hago porque todo es sencillo, fácil y no requiere elaboración.
Y también porque esa ausencia de elaboración en el pasado solo nos conduzco
al neuroticismo y a estar preparados para los avatares de nuestra inestabilidad.
¿Podemos estar demasiado bien?
Sí, necesito hablar, necesito tu oxígeno eventual, necesito tu arropo,
tu calma, y no siempre y solamente tu compresión o la señal de que todo va bien.
No quiero etiquetas, ni juicios ni castigos de omisión.
Solo quiero trasmitirte esta idea acompaña de una petición.
La idea es que detrás de lo sublime y los “presumibles (en ambos sentidos)” valores de nuestra relación
también hay fragilidad, crecimiento imperfecto y dolor.
Y la petición, esa es la misma que tú me hiciste hace unos meses
y que me engarrotó el corazón cuando la hiciste.
Quiero que me cuides, yo también lo necesito.
Quiero que me cuides, que me arropes cuando lo necesito.
Quiero tu abrazo cuando esté solo, quiero tu suspiro cuando tenga miedo,
quiero tu ánimo cuando esté pesimista. Y no quiero este dolor “irracional”
porque quiero sentir que tú también me apoyas y que me estimulas para
que haga lo que se me da bien, que me animes a escribir si te digo que no valgo
quiero que leas mis poemas si te los mando, no quiero que lo delegues
como si no se tratara de mi diamante bruto.
Quiero que saques el tema si te digo que algo es importante.
Quiero que también tengas inquietud por mirar dentro y comprobar si todo está bien.
¿Qué necesito? ¿Qué me falta? ¿Qué se ha deteriorado? ¿Por qué estoy así estos días?
¿Qué debo cambiar para levantarme?.. Nunca te he pedido algo así, supongo que me limito
a rotar entre “ser el fuerte” o “ser la víctima”.
No me gusta y me insatisface que en tu mente solo pueda ser un neurótico
al que le dan bajones eventuales que amenazan con romper el idilio perfecto.
Por eso quiero decirte
que antes que tú y yo,
y antes que ese chico que te gusta
prefiero ser ese neurótico que quiere apoyo y comprensión.
Ambos, tú y yo, hemos sufrido la falta de comprensión
no me gusta pensar que estás en un bienestar flotante que niega que ese hilo de comprensión
requiere renovación constante. No me gusta pensar que no necesitas esa actualizción,
y no me gusta pensar que no entiendes que ese ideal y ese estado de bienestar flotante, puede
suprimir la atención a las aguas profundas y es lo que pone en riesgo que el dolor que diverge se convierta en ruptura o en un agrio conflicto. 
Aunque sé que también son hermosas las aguas superficiales.
Aun así necesito que entiendas que para mí no todo está hecho y nunca va a estar todo hecho.
Si no aceptas esa premisa, no la entiendes, o la olvidas
entonces todo esto, en algún momento, dejará de tener sentido.
Te digo esto porque soy un adulto, pero también un niño,
porque soy un hombre firme en sus principios
pero también un crio confuso.
Porque disfruto y también sufro.
Y porque no hay ninguna parte de mí que esté por encima de la otra
y porque no tengo por motivo desarrollar un paraíso terrenal.
Y muchos menos,
lo que no quiero contigo,
es sentir que quiero ocultarme, tener miedo de ser juzgado,
de expresarme porque no llegues a entenderme y que te apabulles.
Lo que te estoy diciendo no es un disparate,
es lo que todo el mundo necesita, que su dolor sea escuchado,
que sus peticiones más álgidas, y puede que aparentemente infantiles, sean respetadas.
Porque ese es uno de los ingredientes del afecto.
Y sabes qué, esa parte es mucho más nuclear en mí que mis chistes malos
o mis mensajes al whatssap de dos lineas (¿qué tal el dia? ¿Ha llovido mucho?).
Y cuanto menos está formando parte de mi, porque la censuro o niego,
más se convierte el dolor en sufrimiento y más rápido y desesperado intento correr
sobre el mismo círculo.
Nunca voy a dejar que esa parte se aleje de mí,
ya sonría,
llore
o grite,
vea el mundo negro
o blanco.
Porque es fuego,
fuego abrasador
y a la vez pasión.
Y si no vas a dejar que este discurso, que el tuyo, que los dulces ojos sensibles y vírgenes
de esa parte, forme parte de nosotros, entonces seremos una pieza de un puzzle aislada
que se cree entera, un fuego al que el viento lo rebasa y que acabará por extinguirse.
Esto no es una amenaza, es una declaración de alguién que quiere estar vivo,
de una pareja que quiere conexión auténtica y real, y que quiere preservar en renovarse.
Las primeras células, hace miles de millones de años empezaron a desarrollar sensibilidad
a la luz, la selección natural hizo prosperar a éstas porque las que eran capaces de percibir
la luz se posicionaban en las condiciones más óptimas que favorecieran su evolución, el resto,
se extinguieron o se quedaron en un escaño inferior sin desarrollarse más.
Mi declaración es una premisa: todo cambia. 
Y esto, también es poesía. 

8/11/16

sábado, 5 de noviembre de 2016

La misión



La misión está entre los entresijos
de nuestras neuronas.

La misión adviene de la dialéctica
entre el placer y el dolor.

La misión revela el aroma de los pasos
y acompasa en un solo movimiento,
sin pensamiento, todos los trazos
que componen un gesto.

La misión se nutre de lo que se sabe;
de lo que se inspira; se impulsa;
de lo que te harta; te añora;
te agobia; adoras y te escandila.

La misión es el culmen manifestado de ver
que toda pieza encaja en el tablero,
aunque se trate
de una alucinación pasajera
o un palmetazo en los sueños
que no llega a desvelarte.

La misión es fe,
fe que reactiva lo que creías olvidado,
fe de hojas que arropan al tronco,
fe que renace cada vez que muere,
fe que narra el continuo sentido
de lo renovado.

2 Noviembre 2016

Tesituras

La tesitura de agarrar los pensamientos
y no encontrar sus raíces.

La tesitura de dejar penetrar
la voz del monstruo
y no creerle.

La tesitura de dudar del impulso
que aun así cometo.

La tesitura del apremio por decir lo que necesitas,
o salir; evitar; escapar hasta que el discurso cambie
y las llamaradas destructivas no se refuercen.

La tesitura de verte consternado,
en una esquina,
entre los valores y las dudas,
entre dos universos perfectamente coherentes.

Alguien te pide que des una respuesta
certeza y firme

Levantas la mano para acariciar
el ratio de tu congoja y la garganta.
"Déjame solo" contestas,
"hasta que todo deje de ser ruido
y mis ojos puedan traslucir alguna fe conciliada
donde no sobran palabras"

28/10/16

Fuerzas

Fuerzas que tensan el tejido
de los sentidos.

Antorchas que queman el aire.

Brotes de acueductos que te trasladan
sin espacio.

Fuerzas que oprimen
el círculo cerrado
de la historia.

Fuerza de máscaras negras,
de ojos invasivos que confluyen
como líquidos sometidos
a la métrica humana.

Gritos encerrados.

Desesperados que buscan
determinarse a si mismos.

Fuerzas que ahogan la entereza,
que buscan que el clamor consuma
el argumento de que esta
es la única realidad

21/10/16

sábado, 23 de julio de 2016

ESA RAÍZ

Cuando los cambios repentinos impactan,
lo mejor que se puede hacer no es buscar soluciones
que diriman la ansiedad,
ni intentar comunicar a raudales la superficie de las preocupaciones
para desquitarse de lo que produce desazón
(las quejas confirman lo que no puedes cambiar,
lo que está irremediablemente introyectado).
Lo mejor que se puede hacer es podar pensamientos
y encontrar y conectar con tu raíz.

Esa raíz se presta al tiempo,
es cautelosa e implica mucho más que creencias.
Esa raíz se debate por las noches con los sueños,
y para ella, los valores solo son un factor más,
al igual que el miedo; el otro; el tú y la circunstancia.

Esa raíz se obstaculiza con excusas, con autoengaños
y con palabras sin fondo.
Esa raíz avanza lenta y parsimoniosa (igual que la tierra en el espacio).
Esa raíz no tiene prisa y para comprenderla tú tampoco debes tenerla.
Esa raíz es el sustrato de tu autenticidad
y precisamente su enemigo es la ansiedad, porque la anula,
porque la delega para someter las decisiones
a otros mecanismos más apremiantes, pero menos sinceros contigo mismo.

Esa raíz no construye castillos de arena, ni guarda las olas en cubos.
Esa raíz te dirá que no busques soluciones, que dejes de pensarlo,
que serenes los duelos, que aceptes el retiro, que no reniegues de tu soledad.

Esa raíz quizás no te dé las respuestas que te calmen en el momento,
pero te hará recordar que no pasa nada anómalo,
que lo que sucede es solo la consecuencia de lo que te importa.
Esa raíz te disuade de seguir dando vueltas en jaulas abiertas.

Esa raíz te otorga oxígeno sin palabras,
te ofrece un nuevo espacio
para reconstruir la certidumbre: la vivencia
(que con su espasmosa e impredecible variedad
educará tus emociones
al igual que los músculos se afinan para hacer
más preciso el movimiento).

Esa raíz te enseña a algo más que a sobrevivir,
abraza con su serena fuerza las contradicciones.
Esa raíz te enseña el valor real de las palabras:
"hola", "adiós", "te quiero".


23/7/16


miércoles, 15 de junio de 2016

Ojos de la noche

Salieron de las compuertas
para ataviarse de despojos que iban encontrando
de aquellos que ya abandonaban el vital descompuesto de la noche.

Sus granulosas manos buscaban encajar en lo impermeable
y un latir fluorescente ofrecía consignas tendidas,
las consignas de la espera, la no consigna.

Fue entonces cuando las expresiones faciales se sobrepusieron
unas sobre otras,
como el negativo desgastado de una cinta de cassett.
Todo cual era una acumulación de su historia,
un cometa que no extingue su estela
y el recorrido de cada uno bailaba en mi cintura
como las serpientes.

El recuerdo es sibilino
¡Y la amnesia como principio es brillante!.

No sabes quien viene,
no sabes quién va,

las sonrisas son microscópicamente efímeras,
pero fraguan como lava volcánica en el instante
y se pasean por la sala, jaja.

Las insinuaciones no se instrumentalizan,
la burbuja no espera más burbuja
y el latido solo hace su trabajo,
como una hormiga.

La euforia es discreta,
se contiene a si misma
y no necesita referente.
La profunidad no tiene poso
y el horizonte tampoco extensión.

Todo pierde el habitual halo que lo hace real y humano,
todo se deconstruye pero a la vez sigue en pie
como el silencio en la muerte,
todo se esconde
como la cabeza de un caracol
y las estrellas bailan veloces.

Los almacenes de los proyectos y las preocupaciones
aguardecen en las mansas aguas de la noche,
los estandartes y lo superfuluo se deshace como la cera
para bailar con un elixir denso que flota en el aire
que nutre el ir y venir de las luces y el compás de los ritmos.

Las piernas y las caricias centellean,
se desnudan en cada movimiento, pero parecen no moverse.

Lo sencillo convive en un universo de raíles oxidados y rudimentarios,
lo sencillo: mero trámite humano para acontecer en la simulación de lo eterno.

Las máscaras eran ralas pero genuinas
como la corteza de los árboles.

Por estar puede estar
cualquier cosa.
Pero se comparte porque es indecible
y todos nos miramos mientras bailamos con los ojos cerrados...

con los
ojos
cerrados...

jueves, 28 de abril de 2016

También

También las creencias
se construyen de corazas.

También los oasis permutan
y el estatus de las emociones
se desregula.

También se puede bajar de golpe
al íntimo compromiso con el símismo
y con el apego que aguarda
más allá de las treguas rotas.

También se guardan los recuerdos
que no se pueden declarar,
los olores, las sensaciones
que evocan esos espacios...

También se fantasea y
se puede creer regresar al pasado.

También se anhela recuperar lo perdido.

También se puede generar la consigna
de que los espejimos son el motor
que rasgan los deseos,
que te desprenden de las quimeras 
y que te abocan a tu realidad

8/4/16

sábado, 2 de abril de 2016

Mientras se va dibujando

¿Qué dimensionan los latidos?
¿Que contornos evocan los fantasmas?
¿Que escondite atávico reserva el recuerdo?
Todo pasado se almacena en el mismo reducto.

¿Son las lágrimas de verdad?
¿O son un resorte melancólico
inducido por las ventanas y su humedad?

Las preguntas corroen los formulados rostros de un dios,
las dudas barren los escombros,
preservan la realidad en la superficie,
donde no hay narraciones, ganancias ni pérdidas,
cadenas ni tesoros,
donde se borran los apellidos, 
se desdibujan las figuras de apego,
donde se agria la soledad 
y se desacelera el fluir de la lluvia,
donde las huellas adquieren la facultad de renovarse,
donde no hay asideros,
donde se condena a los pies a andar
y nunca pensar en el final,
donde se denominan los pasos y sus dramáticos capítulos,
donde se pierde la historia mientras se va dibujando.




2 de Abril de 2016

martes, 22 de marzo de 2016

Ella




Ella lagrimeaba sin cuencas,

Golpeaba con su mano gélida
el sacral contorno del amor falso.

Ella gritaba en silencio,

buscando con la razón los desperfectos,
acariciando los arreglos,
azotando el arte desmayado
que esconde una sonrisa sin fondo.

Ella prolongaba el diálogo,

ayudándome a mudar las pieles,
haciéndose cómplice del vértice
que custodia mi sombra,
aprendiendo a creer en el empeño
de que al comprender se puede tener más control,
de que se puede destripar la ley al caos
y dar vida a la madera.

Ella esperaba con esperanza,

resistiéndose a ver que la perfecta magia
de sus pueriles dedos
se atiene solo a los límites de si misma,
que está indefensa,
que no puede provocar lo que escapó
de sus más tiernas reservas de anhelo.

Ella se partía,

pero fingía que se doblaba a propósito para ver mejor.
Su angustia fungía escondida
en una eterna moratoria sin revelación.

Ella amparaba mis pequeñas muestras,
las unía bajo el frío de un puzzle de engaños,
se arropaba en un repertorio de harapos
de olor a ceniza,
sin carne,
sin respiración.

Ella fingía que no tenía fe absoluta,
en los anulables dictámenes del corazón
y sus condicionales.

12 de Marzo de 2016





martes, 1 de marzo de 2016

Ruedas

Una repentina actitud vehemente
parece dar perspicacia al ojo,
parece volver locuaces los brazos,
neutralizar los miedos
y coordinar la acción,
como una maquinaria perfecta.

Si se diamantara lo que se anhela,
si se guardara con seguridad
lo que se valora,
no habría recelo al agarrar muestras legítimas,
no habría viajes errantes,
ni olas que volatilizaran las palabras.

Si no se fuera de una sala a otra,
las rodillas levitarían
y no se reclamaría ser creído con tanta urgencia.

Si no se fuera solo el plástico de las ruedas
las desavenencias no liquidarían la firmeza de los pasos,
la contradicción no sería una bandera,
y uno sería menos su enfermedad,
y más su propia incoherencia tolerada.

Si se fuera vigía,
la retórica declamaría el doble sabor de lo insulso
la risa despertaría ante la forzada precisión de la prisa.

Si no nos tomáramos a nosotros mismos en serio
las quemaduras pasarían a ser
fragancias fragantes y ecuánimes

Si ningún tono provisional fuera ontológico,
si lo pasajero trascendiera en lo eterno,
si se confiara en el caos;
no habría aguijón en los dictámenes,
deuda en las promesas,
ni fraude en las caricias.

Si se supiera esperar,
el instante no amenazaría
con hacer más grande la rueda al rodar...

...y nunca explotaría.


1/3/16


jueves, 25 de febrero de 2016

DOS COLGADOS - Diálogo que favorece convertir el sufrimiento en dolor -

- ¿Qué te pasa? ¿Por qué haces esto?
- No sabría explicártelo, de hecho, tú tampoco puedes explicarlo.
- ¿Insinúas que no tienes motivos para estar presente?
- Claro que los tengo. Si no no lo estaría. Lo que está claro es que motivos hay, ya sean antecedentes o ya sean las mismas consecuencias inmediatas que ocasiona mi presencia.
- ¿Y cual de esos motivos crees que predomina?
- Querido. Te tengo desconcertado, sometido, castigado. Dejas que mis dictámenes determinene tu ocupación y tu preocupación. Mientras tú te preguntas, por qué estoy aquí yo solo veo tu resignación tu desconcierto. Quizás solo estoy aquí por y para eso, desconcertarte.
- Hacía mucho que no venías
- y tú creíste que no podría volver
- Nunca tengo en cuenta que puedes aparecer mientras no lo haces. Aunque esta vez parecía que no volverías.
- Te desmonté el chiringuito.
- ¡Me resisto! ¡Me niego a ello!
- Reconozco, y eso lo sé, que es difícil leerme, llevarse conmigo, computabilizarme
- Lógico, eres lógica. Y pura desesperación.
- La desesperación es la forma que tú me das. No puedo ser más que eso, cuando estoy presente lo tiñes todo de gris, nada tiene sentido.
- ¿Qué quieres? ¿Por qué estás aquí?
- Quizás, que me escuches, que guardes un hueco para mí, que nos permitas construirnos.
- No sé si puedo. No sé si quiero. Pero reconozco que sé a lo que te refieres. Ahora, al hablar contigo, al escucharte, tu voz resuena suntuosa, sobria, importante.Y agitas de algún modo el corazón. Pero sin embargo, das miedo, no puedes estar aquí tal como lo deseas. No puedes cambiarlo todo a tu antojo.
- Nunca he podido hacer eso. Tú siempre has elegido que la mejor opción es que me vaya y lo he respetado.
- ¿Y por qué vienes ahora?
- ¿De verdad no lo ves?
- ¿Ver el qué?
- Tú me has llamado. Tú me has convocado. Todo en la vida son decisiones, y lo sabes, te has dado cunta quizás de que no puedes vivir siempre fingiendo que estás entero, porque estás flagelado. Tú eres el que interpretas las cosas a tu antojo.
- No
- Sí. Cuando no estoy no te preocupa mi ausencia. Pero ahora te preocupa que me vean. Puede que mostrando tu desesperación estés siendo más honesto y transparente que de cualquier otro modo.
- No tienes claridad. Tú solo exploras las carroñas, generas círculos viciosos, motivas en mí el instinto de escapar ¡Pero no me dejas escapar!. Te quedas en silencio, oculto, obnubilas mi mirada, me destonificas y descoloras el juego. No me das nada, salvo ese hueco discreto que quiero callar. Y solo lo consigo olvidándote.
- ¿Pero qué soy para ti? ¿Quién soy?
- Eres desesperación, eres melancolía, eres desesperanza, eres un sueño demasiado alto, que perpetúa sangrándose en sus propios añicos.
- ¿Ahora soy eso?
- Ahora has cedido a hablar y aparcado el tono depresivo con el que te identificas
- ¿Me identifico yo o me identificas tú?
- ¡Basta!. ¿No te das cuenta?. Eso es lo que haces, apareces con tu hipnotismo, tus frases culpabilizantes, tu miedo. Eres pretencioso, crees que no soy nada sin ti, te ríes de mi en la reserva silente. Aun cuando no estás te regodeas mientras esperas a aparecer para reírte y presumir de lo muy iluso que me creía por creerte desaparecido. Presumes de tu poder y tu poder se refuerza mientras presumes.
- Te equivocas
- Ah, ¿sí?
- Nunca me voy. No soy un simple expectador pasivo, no soy oprimido. Solo me moldeo a ti, incluso me hago tu amigo con tal de estar presente. No puedo desaparecer, tú tampoco, somos unidad. Es lección básica y eso lo sabes.
- Sé que tienes razón. En algunas cosas, no en todas. Y muchas veces dices cosas que sé que son así. Siempre estás, los motivos para caer están siempre. Pero no sé cómo leerte, no sé cómo estar contigo. Si te dejo estar creo que tú tienes todo el control y me asfixias, me matas. No sé cómo entenderte de otro modo. ¿Por qué estás aquí?
- Buena pregunta. ¿Por qué estoy aquí?
- No lo sé. Estabas antes, se supone. ¿De verdad estabas todo este tiempo?. Oye, todo esto es un cuento. No estabas antes, ¿O sí?. No sé entender lo que sucede, todo es, complicado.
- Me tengo que ir
- ¿Cómo?¿ ¿Por qué? ¿ahora?
- ¿No lo notas? deja de generarte excusas y escúchate. Estamos cansados, esto no da más de sí.
- Quiero entenderte
- Tu afán por explicarme me convierte en melancolía. Ahora ya sabes que no soy determinante, que soy una parte, que también sé hablar, que te puedo dar cosas buenas.
- No sé el sentido de nada, solo quiero ser práctico, ser grande, potente, gracioso, quiero saborear la vida y enriquecerme de todo con lo que me cruzo.
- Repítete eso último que has dicho hasta que te des cuenta de lo absurdo que es. Nos vemos pronto. Adiós.
- Adiós.



12 de Febrero de 2016

viernes, 19 de febrero de 2016

Autoindulgencia

Guillermo Borja dice, que si la locura lo cura, entonces el referente debe ser el no referente.
Esto es clave. La presión con la que nos afligimos responde a nuestra propia moral.
No se trata de romper nuestros valores, pero sí reconocer nuestra autoría.
El mundo arroja mensajes dispares, no siempre los integramos. Nos ajustamos y evolucionamos con afán integrador, a veces solo buscamos la información descongraciante o buscamos compulsivamente el morbo para confirmar lo aberrante que somos. La vida es un teatro y con el histrionismo de los actores es como conseguimos la escucha. La aflicción, la culpa, confirmar la represión, la autoindulgencia, te liberan y te hacen el autor y promueven el motor que define tu consciencia de los límites. Venimos al mundo marcados, todo se hace sencillo cuando los caminos están claramente delimitados. Dudar, desconcertarse, entregarse a la danza del caos, también implica dar una explicación al caos. Y la explicación a veces martiriza, pone de relieve lo que no queremos ver, tememos la pérdida de control, el bestializarnos, explicamos las dudas con martirio, con miedo, con teorías que deponen nuestros deseos en el más retrógrado afán por sobrevivir. Eliminar los conceptos más sublimes con los que crecimos, los que sirvieron de soporte para crecer seguros. Respondemos a ellos, estamos en deuda, nos culpa ser formas poliédricas, deformes y demasiado complejas para cumplir con aquel cuadro que nosotros mismos nos designamos. Lo más triste que he hecho últimamente fue esto último, anular mi incertidumbre, suprimir una parte y consagrarme a lo que se esperaba de mí, psicopatologicé mis vaivenes y fabriqué un único marco para estar bien, ser sano y no enloquecer. Entiendo que la locura lo pueda curar, entiendo que permitirse el derecho legitimo de dudar te permite entregarte sin miedo a la tempestad. Que dentro del caos hay danza y que maniatarse para no perder nada solo nos trasgrede más. Mi única responsabilidad es inhibir el prisma en el que me encuadro y entregar mi todo imperfecto, sin promesas compensatorias, verdades parciales y fraternidades esforzadas. No soy mi moral, ni tan siquiera el caos. Sé que no soy. Pero también sé que muchos de mis complejos quieren gritar y relevarse. "solo alargaré mi mano si yo soy mi mano. Yo no soy mi contrato".

13 de Febrero 2016

Escribir con el corazón

¿Qué supone exactamente escribir con el corazón?
El corazón está ahí
y fulgura en los paseos,
eleva la conducción del lenguaje,
hilvana las ramas colindantes
y da pálpito a lo esencial.

Pero hay elementos eternamente esquivos,
como la lineas paralelas que nunca se tocan,
las luces que solo se sospechas en la periferia
y desaparecen cuando se intentan mirar.

Rescatar las pasiones y deponerlas en el papel.
Querer encontrar las palabras, encubrir, ornamentar sin excesos,
descubrir sin tautologías y principios sugestivos.
Eso es lo complicado.
El fino equilibrio donde la palabra no se engorda,
donde no hay verborrea y el estilo no conduce el mensaje.
El fino equilibrio entre la precisión, la palabra entrenada
y la preocupación, el mensaje esencial, la pasión.
Porque ésta emerge pura y natural, sin presiones,
en momentos de atención flotante, sin compromisos.
Y dejar que se manifiesta es tan complicado
como cruzar dos líneas paralelas sin romper el compromiso que las define.

En ese delicado equilibrio,
moldear el molde al significado,
entrenar el estilo, no mirar a él
y confiar en que blindara a las palabras de autenticidad,
que las hará fieles.

Ahí está la maestria;
y el imposible apaño de escribir con el corazón.

16 Febrero de 2016

Sueños

Los sueños que galopan en la periferia,
tiran del suelo y entorpecen la irrigación sanguinea.

Los sueños,
toda la vida han seducido,
toda la vida prometen
y toda la vida te estirpan
del terreno que detestas.

Pero a veces,
cuando empiezas a desear
que tu latir se tiña de rojo,
tu sonrisa se vuelva genuina
y tu llanto vulnerable;
Los sueños entorpecen,
se revelan como remedos lejanos,
alternativos, de la realidad.

Yo siempre fui un experto en consagrarme a los sueños,
en mantener la ilusión por lo imposible.

Al diluirse los sueños
el nombre vuelve al pronombre;
los argumentos tenaces que atoran tu espalda
se diluyen también.
Te quedas como una marioneta abandonada.

"Nada te permitirá escapar de las condiciones
en las que vives"

Entregarse
supone un profundo trabajo de dilucidar,
resignarse, aceptar,
de encontrar lo sublime en lo pequeño.

También de perderse en preguntas,
de cuesiotar el origen de los deseos,
de tirar el mapa,
de soportar la inacción,
de dejar que los engranajes se muevan,
se dilaten, se descubran,
de temer que no vayan a ningún lado,
que no haya síntesis,
coherencia,
que el insomnio desvele que todo principio es una excusa,
un resorte emergente e hipnótico de esperanza,
de anhelo de esperanza.

Romper los sueños supone
quebrantar la ciclotimia,
cambiar las reglas del hambre y la sed.

Romper los sueños exige recogimiento,
absorver información despacio,
exige indulgencia,
intentar convivir con lo que nunca contaste,
lo que no sabes, no conoces,
lo que los demás hacen con facilidad.

Entregarse a las espesura,
al infinito,
a lo intemporal,
a lo pequeño,
exige gritar de débil,
de insignificante,
de temor.

Cuando los sueño se destruyen
cada sonido parece un patrón errático y
la realidad sigue operando,
ajena,
pero el corazón la desdibuja.

Cuando mueren los sueños
solo queda la esperanza de un renacer.

15 de Febrero 2016

Liberarse

Cuando la mente se libera,
se salta a la tolera las palabras,
galopa por las sensaciones,
sin preocuparse por el receptor.

Cuando la mente se libera
se facilita llegar a la cumbre.

Pero contener tanta belleza en privado
a veces se hace un imposible.
Querer asir,
querer devolver,
querer divulgar
lo que se alcanza sin representacion
es a veces sublime,
cuando no una obsesion,
ilusa,
como el esfuerzo en un orgasmo.

19 de Febrero de 2016

Plástico

Un plástico azul y aislante
parece cubrir mis ojos.

Con él puedes sonreír,
caminar por los parques.
Con él puedes reproducir
el ejemplar de vivir.

Creo que lo llaman melancolía.
La asfixia sutil que amortaza
los actos gratificantes,
la esfera muerta
donde no caben pasiones,
donde el apoyo se recibe como acoso,
donde amor es solo una palabra depuesta
en un horizonte desconocido.

Nadie,
cuando el plástico me divide,
se deja de encantar por mi cortesía.
Nadie se percata de la sutil luz extinguida
de mis ojos.

Cuando el plástico me divide,
convivo con el insalvable dictamen
de estar solo.

15 de Febrero 2016

miércoles, 17 de febrero de 2016

Cuando




Cuando cuesta cargar los parpados,
cuando la columna declina como una serpiente seca.
Cuando las minucias se resisten
y todo lo que tocas se agria.
Cuando todo te abate.
Cuando no eres sensible ni al tiempo.
Cuando todo resulta en comparaciones destempladas,
cuando tu no te correspondes con tú,
cuando te aflige el pecho.
Cuando de tus cobijos desaparecen los sofás,
cuando se anulan los rostros de la espera.
Cuando el presagio se cuestiona,
cuando las ilusiones te condenan.
Cuando se esta en vilo ante cualquier enunciado.
Cuando no hay norte ni sur,
antes ni después,
yo ni otros,
verdades ni mentiras.
Cuando no es complejo ni sencillo,
Cuando los intentos fueron reiteradas canciones repetidas
que nunca te creíste.
Cuando la luz fulgura y daña el ojo,
cuando la oscuridad cobija porque ampara al desamparo.
Cuando cuelgas el teléfono,
Cuando no te arropa ni tu cama
Cuando ya no temes la altura
porque ya no sospechas más fondo.
Cuando llagan las heridas,
cuando se inflaman los martirios,
cuando se invierten los polos ,
cuando vives para dormir,
cuando soñar te dota de sentido.
Cuando la vida se repite,
cuando te testificas,
cuando reproduces preocupaciones que no te importan
para asemejarte.
Cuando todo es una caja que te ocluye,
cuando te embaucan las dudas,
cuando asedian las hipótesis,
cuando los formatos de expresión se dispersan.
Cuando se enredan los caminos,
cuando lloran los cristales,
cuando enumeras,
cuando intentas instigar latido
a los ritmos
y los pulsos
que se extinguen...

17 de Febrero de 2016