viernes, 19 de febrero de 2016

Escribir con el corazón

¿Qué supone exactamente escribir con el corazón?
El corazón está ahí
y fulgura en los paseos,
eleva la conducción del lenguaje,
hilvana las ramas colindantes
y da pálpito a lo esencial.

Pero hay elementos eternamente esquivos,
como la lineas paralelas que nunca se tocan,
las luces que solo se sospechas en la periferia
y desaparecen cuando se intentan mirar.

Rescatar las pasiones y deponerlas en el papel.
Querer encontrar las palabras, encubrir, ornamentar sin excesos,
descubrir sin tautologías y principios sugestivos.
Eso es lo complicado.
El fino equilibrio donde la palabra no se engorda,
donde no hay verborrea y el estilo no conduce el mensaje.
El fino equilibrio entre la precisión, la palabra entrenada
y la preocupación, el mensaje esencial, la pasión.
Porque ésta emerge pura y natural, sin presiones,
en momentos de atención flotante, sin compromisos.
Y dejar que se manifiesta es tan complicado
como cruzar dos líneas paralelas sin romper el compromiso que las define.

En ese delicado equilibrio,
moldear el molde al significado,
entrenar el estilo, no mirar a él
y confiar en que blindara a las palabras de autenticidad,
que las hará fieles.

Ahí está la maestria;
y el imposible apaño de escribir con el corazón.

16 Febrero de 2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario