y solo se queda un lento silencio
que descompasa.
Los más oscuros secretos
vuelan constantes,
densan la frente
y te dejan sin palabras.
Para que los sentidos vuelvan a encontrar sus pautas
primero han de recogerse,
permitirte vivir mutilado.
Sin saber qué miras,
sin sentir el dolor del otro,
sin amar
nada
que no esté apunto de morir.
Detrás del grito no siempre hay un golpe.
Puede temerse franquear aquello que no es en absoluto doloroso.
Pues en el oscuro y siniestro bucle de subsistir evitando
es donde se muere.
Morir
Un fenómeno atemporal,
externo a mis neuronas,
a mi historia narrativa,
un suceso efímero que ya ocurrió
mientras aun transcurre el antes.
El vértigo de existir
consiste en percibir el ciclo repetido,
en renacer cada mañana
recordando la anécdota de estar
30/12/16
No hay comentarios:
Publicar un comentario