Palabras. tened cuidado con el cazador semántico.
Os atrapa entre enrevesadas redes comprensivas.
Quiere aliñarse con vosotras de lo galante y voluptuoso.
Persigue la plenitud entre escabrosos arbustos
salpicados de heces respingonas y forzosas,
descargadas tras vuestra huida.
Palabras. ¿Queréis ir a vuestra asignación?
Sed atrapadas o permaneced constantemente en la clandestinidad,
acudiendo en los sucesivo, a distintos paisajes de definición.
Acabad, pero ejercitaos en la constante duda.
¿preferís airear la bandera simplista de un mástil endeble?.
Arrojaros al escepticismo continuo y a la infinita imperfección.
contraed con vuestras hermanas la conyuntura transitoria del
énfasis lingüístico y el sexo gramatical.
Palabras. revelaos contra el dogma y la erección clara.
Quizás nunca terminéis de dar comprensión
a un conjuntivo constructor incrédulo y esquivo de la buena fe.
El cazador siempre deja libre a las presas,
y al final dice disfrutar del hambre de la imprecisión.
O puede que todo sea una excusa.
FRAN ANDREU 18/1/10
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