viernes, 30 de noviembre de 2018

Por eso, la serpiente

La serpiente se balancea al son de la suave espesura y los reglamentos.
Su mirada amable le permite pasear el benigno veneno
con su cándida sonrisa.
Serpentea las calles, recibe saludos desde todas las postales
y se erige como la proveedora del bien.
La serpiente se balancea acercando sus contornos a los secretos compartidos,
al cómplice silencio del placer sin fondo.
Los premios que no están a la altura de las achicadas miradas
que esperan una sorpresa inexistente desde las esquinas.
La serpiente se balancea, es inofensiva.
Su transverso solo puede ser visto por el cómplice.
Por eso es presumida y discreta a la vez.
Por eso todo el mundo la venera.
por eso su veneno solo puede inyectarse al que ya lo tiene.

24-11-18

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