sábado, 10 de junio de 2017

Qué otra fe

Una inflamación autónoma,
un álgido flujo conducido
por la congestión;
lento como un caracol
y grave como un corazón ausente
que te avisa atorando la garganta.

una identidad dispersada entre elementos;
elementos ardientes y glaciales,
elementos agresivos y cobardes,
elementos que gritan reclamando voz propia
mientras son ignorados.

Qué otra fe,
salvo la que legitima
aquello que aun no se comprende,

Qué otra fe,
salvo la que permite que las partes confluyan
sin saber aun dónde se dirigen.

Qué otra fe,
salvo la que retiene el alarmismo y el miedo atroz,
salvo la que previene la condena a los extremos,
salvo la que disuelve el muro
que escinde
lo ideal de lo aberrante;
lo que da sentido de lo que descompone;
lo que se agarra tenaz a la vida de lo que
nace de nuevo.

Qué otra fe,
salvo la que normaliza el sacrificio
de también aprender de la sangre.

                                                                                           Sábado 10 de Junio 2017

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