sábado, 20 de septiembre de 2025

UN SUSPIRO SE ALZA

 Los suspiros pueden parecer agónicos,

pero en realidad son bastante aliviadores.


Un suspiro es como el salto de un delfín

acompañado del mar centelleante.

Un suspiro es un hálito de agradecimiento

por lo más básico,

Por lo que ocurre.

Ahora.

 

Un suspiro puede deponer la tragedia de la vida al fondo del mar,

y alejar todas las sandeces cuanto ocurren,

y todo el caos que nos impera.


Un suspiro es un aprecio sigiloso

por lo que aun está vivo, y funciona, y florece,

y ama, y se hace enorme y bello en su grandeza...

 

La grandeza no tiene propiedad,

La grandeza está en todo, y en cada cosa:

Lo esbelto y lo aberrante,

lo enfermo y lo que brota con caliente iniciativa.

 

Un suspiro es un aguante en la esperanza,

un punto de luz en la oscuridad,

una descarga del horror y del dolor,

una aferración al instante; a lo natural;

a la consciencia que no se sostiene por la vaguedad de un cuerpo.

 

Un suspiro es una grata permanencia

en estas palabras que brotan y se esfuman,

en la mirada entregada de un gato,

en el potente deseo de una semilla por brotar.

 

Un suspiro no ahoga,

solo alza la consciencia

allá donde (el resto) se destruye,

solo alza la contemplación,

más allá del tiempo.

Allá donde no quedan madejas que atrapen el alma.

Allá donde no hay orgullo que impida un abrazo.

Allá donde las lágrimas salinas son verdaderas.

 

Un suspiro no se patenta,

es ajeno al tiempo, es exento a la condición del que suspira,

extensible más allá del termino de lo que vive.


Un suspiro es el abrazo que enhebra todo lo que somos,

sin propiedades, sin personas que compiten.


Un suspiro se alza

en la infinitud

de su precioso aliento.

 

21-9-25




IDEAS CONCATENADAS TRAS TORMENTA

 

De pronto todo se descubre con una claridad diáfana.

Yo participo del bienestar de la relación y debo hacerme cargo de mi parte. Elijo hacerme cargo.

Esta angustia en el pecho parece eterna y perpétua. Es una defensa, una desconfianza, legítima pero boicoteadora. Servible y útil, pero no con el poder de poder engarrotarte el alma eternamente.

Lo que deseo con mi edad, este momento; es poder encontrar inspiración, calma… Y eso lo debo hallar dentro, hayar y construir.

Tiendo a evadir mi responsabilidad. Quiero encontrar esa luz, esa vigía, esa inspiración para seguir construyendo. Me agarro a los elementos destructivos y me regodeo en ellos.

Como leí en aquel libro; esa frase repetida y manida: cuando dos neurosis se rozan la pareja no funciona. Esto ese una oportunidad para parar mi neurosis. Mi necesidad constante de aceptación y confirmación.

La marea. La mareo sobre manera y ella tiene paciencia. Mis palabras innaturales ya han perdido esencia, ni ella cree en mí, ni yo creo en mí. Me agarro a la desdicho que generó el agravio y busco el agravio con desespero, para tener una ofensa que señalar como un cascarrabias, un ogro con el espíritu embarronado.

En realidad siempre he sido así.

20-9-25

(sin revisión)