domingo, 13 de octubre de 2013

CALLAR Y MORIR

Maquetado pretexto en el que mi comportamiento se acomoda.
Invalidez de la irrisoria existencia. engrosamiento del cínico estatus quo.
Anulación de la presión por medio de la acomodaticia ingravidez del ánimo.

Perro sediento que suplica a las piedras. Sol que sofoca mi interior más que mi piel.
Antojadizo engaño de que nada importa. Abandono de uno mismo. Muerte de lo espontáneo.
Reloj de plomo anclado en mi cócix. Indeleble desencadenamiento de decrepitud.
Constructiva delicadeza que atempera el huracán dormido, tal como haría la lejana doncella
sobre la que se construyen falsas historias imaginadas.

Medio de evasión que se diluye en la contemplación del infinito mar.
Compasión de uno. Delimitación de dimensiones. Corrección de atribuciones incuestionadas.
Suave vientre iriscente huntado de crema. Cosquillas que de él emanan, volátiles y dirigidas por
los frescos golpes del viento que yo atraigo con las bocanadas de mi profundo deseo.

Venerada bestia de amor, atrapada de abundante y fina telaraña
que entorpece su espesa acción. Venerada y descomunal bestia,
de descomunal fuerza, que escapa de su depredador para encadenarme
a su marcha y lanzarme ávido al fulgor de los objetos sin escrutinio.

El silencio de mis partes. El estar por estar. El vivir en vivir.
Silencio sin análisis. Ida sin vuelta. Palabras y fantasmas. Emanación sin fundamento,
brote de nada, rabia de nada, y deseo.

Desdeñado hilo conductor. Corrupto vaivén de mi invención.
Catalizadores. Estabilizadores. Pastillas. Personas y palabras.
Medianeras entre las personas. Delimitación del yo y el otro, deseo común y
deseo incompatible. Andar, andar y andar, que andar es caer de tanto andar.

Reconocer el engaño. Engañarse creyéndose sabio. Acumular más y más engaños.
Creerse más y más sincero. Parar. Dejar el miedo a estropear. Sencillamente parar.
Ponerse a un lado. Callarse. Apreciar sin esfuerzo. Callarse de nuevo. Callarse todo el rato.

Empezar de nuevo, siempre se empieza, en verdad, nunca se abandona.
Izar una bandera. No tomarla en serio. No tomar nada en serio. Que se rían. Reírse.
Llorar. Asfixiarse sin palabras. Esconderse. Huir. Suprimir las pistas. No asesorar. No contestar.
Hablar de la vida y la muerte a la par. Tragar arena y vomitar. Volver a tragar arena.

Mear en las personas. Que me rechacen. Que me descrediten. Que haga como si no me afecte.
Que muera por dentro. Que no entienda. Que crea que la felicidad es un suspiro,
una celebración ignorando el escenario del fondo. Asumir el luto entre carcajadas.
Dejar de bromear. Callar de nuevo. Ahora sin bozal. Ahora con desgana. Ahora con mortaja.

Callar y morir.


13-10-13

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