Despertar de súbito
y tener un flagrante
garbanzo en el pecho.
No sabes lo que es
pero grita silente.
De nuevo,
parece que estás perdiendo
algo:
la calma ocluye los entornos,
suprime las sospechas,
pero todo es vital
y los focos del circo
se reflejan en las carpas.
Los garbanzos insurrectos
son los peores
porque no hablan..
Solo te paralizan en el sitio.
Luego te
apartan.
Y desde el asidero
te recuerdan que no posees nada.
Todo pasa.
Nada se queda.
Todo se queda.
La melancolía nunca te invade,
solo asoma de vez en cuando.
Igual que todas las barbaries
15/9/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario